Durante y después de un huracán, podría necesitar suministros para mantener a su familia sana y salva. Recuerde que un huracán puede interrumpir el suministro de agua y electricidad. Además, es posible que la tormenta dañe su auto y no lo pueda usar. Las calles podrían estar inundadas o bloqueadas.
Por eso es mejor estar preparado: provéase ahora de todo lo que podría necesitar. Asegúrese de preparar lo siguiente:
Una reserva de alimentos y agua de emergencia.
Una reserva de medicamentos de emergencia.
Fuentes de energía de emergencia, como linternas (no se olvide de tener pilas adicionales).
Artículos de seguridad y personales.
Documentos importantes, incluidos documentos médicos, testamentos, pasaportes y de identificación personal.
Un extintor de incendios. ¡Asegúrese de que su familia sepa dónde encontrarlo y cómo usarlo! Lea los consejos de cómo usar los extintores de incendios de la Asociación Nacional de Protección contra Incendios.
Esté atento a las alertas que el Servicio Nacional de Meteorología emita por televisión o radio, o busque la información en Internet. Hay dos tipos de alerta:
Las alertas de vigilancia de huracán indican que es posible que se presenten condiciones huracanadas (vientos sostenidos de 74 millas por hora [mph] o mayores) en un área determinada. Los expertos anuncian las alertas de vigilancia de huracán 48 horas antes de que se esperen vientos con fuerza de tormenta tropical (vientos sostenidos de 39 a 73 mph).
Los avisos de huracán son más serios. Significan que se esperan vientos con fuerza de huracán en un área determinada. Los expertos los anuncian 36 horas antes de que se esperen estos vientos en el área a fin de dar a las personas suficiente tiempo para prepararse para la tormenta.
Para obtener más información sobre las alertas de vigilancia y los avisos de huracán, consulte el sitio web del Centro de Huracanes del Servicio Nacional de Meteorología. Si se entera de que hay una alerta de vigilancia o un aviso de huracán en su zona, puede tomar medidas para prepararse.
Asegúrese de que su auto esté listo antes de que llegue la tormenta.
Llene el tanque de gasolina.
Guarde los autos y las camionetas dentro del garaje o bajo techo.
Tenga siempre un kit para emergencias en el auto.
Visite Ready.gov para obtener información sobre cómo preparar el auto y qué incluir en el kit.
Si no tiene auto, considere hacer planes con amigos o familiares, o llamar a las autoridades para que lo pasen a buscar en caso de que sea necesario evacuar el área.
Repase su plan de emergencia con su familia.
Revise continuamente si hay información actualizada sobre la tormenta. Vea la televisión, escuche la radio o busque la información en línea.
Llame al hospital, al departamento de salud pública o a la policía si tiene necesidades que requieran atención especial. Si usted o uno de sus seres queridos es mayor o tiene una discapacidad y no podrá irse rápidamente, busque consejo sobre qué hacer.
Ponga las mascotas y los animales de granja en un lugar seguro. Obtenga más información sobre la seguridad de las mascotas durante una emergencia.
Despeje el jardín. Asegúrese de que no haya nada que pueda salir volando durante la tormenta y dañar la casa. Guarde las bicicletas, los muebles de jardín, las parrillas, los tanques de propano y el material de construcción adentro o en un lugar resguardado.
Cubra las puertas y ventanas. Cierre las persianas contra tormentas o clave planchas de madera contrachapada (plywood) sobre los marcos exteriores de las ventanas para protegerlas. Esto puede ayudar a protegerlo para que no se lastime con pedazos de vidrio roto.
Esté preparado para cortar la electricidad. Si se inunda su casa, ve cables del tendido eléctrico caídos o se debe ir de su casa, corte la electricidad.
Llene recipientes limpios para agua con agua para beber. Se recomienda que lo haga por si se corta el agua durante la tormenta. También puede llenar los lavamanos o fregaderos y las bañeras con agua para lavar.
Revise la batería de los detectores de monóxido de carbono (CO) para prevenir las intoxicaciones por monóxido de carbono.
Escuche siempre a las autoridades sobre si debe evacuar o permanecer en su casa.
Si viene un huracán, es posible que reciba la orden de evacuar (irse de su casa). No ignore nunca una orden de evacuación. Las casas, incluso las sólidas y bien construidas, podrían no resistir la fuerza de un huracán. No vale la pena quedarse, y arriesgar su salud y seguridad para proteger su propiedad.
También es posible que le den la orden de quedarse en casa. Si las condiciones son peligrosas para manejar, quedarse en casa podría ser más seguro que irse.
Si debe evacuar su casa:
Lleve su kit de suministros de emergencia y solo lo que realmente necesite, como su teléfono celular, cargador, documento de identidad (p. ej., pasaporte o licencia de conducir), sus medicamentos y dinero en efectivo.
Desenchufe los electrodomésticos. Si tiene tiempo, corte el gas, la electricidad y el agua.
Siga las rutas que los trabajadores de emergencias recomienden, aunque haya tráfico. Las otras rutas podrían estar bloqueadas o inundadas. No conduzca nunca por un área inundada: las corrientes de agua de tan solo 6 pulgadas de profundidad tienen la capacidad de detener o arrastrar autos y otros vehículos.
Comuníquese con la oficina local de manejo de emergencias y pregunte si tienen lugares de refugio para personas con mascotas. Infórmese más sobre cómo evacuar su casa con su mascota.
Si necesita quedarse en su casa:
Mantenga su kit de suministros de emergencia en un lugar de fácil acceso.
Escuche la radio o vea la televisión para mantenerse informado sobre el huracán.
Quédese adentro. Aunque se vea tranquilo, no vaya afuera. Espere hasta que escuche o vea un mensaje oficial que diga que el huracán ha pasado. A veces, el tiempo se calma en el medio de la tormenta, pero vuelve a ponerse severo rápidamente.
Manténgase alejado de las ventanas para evitar lastimarse con los pedazos de vidrio roto o escombros que el viento levante durante la tormenta. Quédese en una habitación que no tenga ventanas, o métase dentro de un clóset.
Esté preparado para irse. Si las autoridades de emergencia le ordenan que se vaya o si se daña su casa, es posible que deba ir a un refugio o a la casa de un vecino.
Fuente: https://www.cdc.gov/es/disasters/hurricanes/before.html
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